La televisión colombiana, a diferencia de países como México, Venezuela y Estados Unidos, en lo que se refiere a telenovelas, ha cambiado la manera en como se cuentan las historias.
La Promesa y
Tres Caínes son dos series diferentes pero centradas en una problemática social común, colombiana, nacional, latinoamericana, mundial.
Por un lado
CMO Producciones nos enseña una historia que muestra la cruda realidad de la trata de personas, violencia de género, explotación y prostitución obligada; escenas cargadas de mucho drama hacen de
La Promesa una historia como para no perderse, no sólo por ver como "los malos" hacen que "los buenos" sufran y como será "el bonito final", "redención de los malvado", salvación de "los menos favorecidos", etc, sino porque es necesario conocer lo que pasa, que aunque es basada en ficción, es algo que a usted mujer le puede pasar, o usted hombre podría conocer un caso igual, también recuerde que la trata de personas no sólo afecta a las mujeres, también perjudica a hombres, es un tema que nos toca a todos y que no podemos obviar.
¿Y si es una historia que hay que ver, por qué en colombia la critican?
Porque simplemente nos duele que nos recalquen, que nos mencionen las problemáticas que hemos vivido. La doble moral se convierte en pan de cada día; critican la televisión que ofrece los mismos contenidos, pero nos traen algo diferente y lo criticamos aun mas porque toca un tema del que nadie quiere hablar, del que todos saben que existe pero no quieren que lo mencionen, como dicen popularmente, todos quieren "comer callados".
En RCN pasa una situación similar, pero tal vez aun mas grave, se trata de
Tres Caínes, serie que toca una de las épocas mas violentas y sangrientas en nuestra historia.
Tres Caines ha generado miles de comentarios negativos, críticas e intenciones de censura. Está bien que el tema es fuerte, está bien que a lo mejor los libretos les falta la investigación que según Gustavo Bolivar si tiene, y que hay personajes que jamás existieron y que se inventaron para recrear momentos para que como ficción pudiese atraer, eso ha pasado en todas las historias que narran la vida de personajes reales, pasó en
Amor sincero,
Escobar el patrón del mal y
Rafael Orozco, el ídolo, ¿O ustedes creen que todo lo que se vio en estas historias es la "pura realidad"?
Es más que obvio que no, porque toda serie basada en hechos reales es eso, BASADA y necesita el gancho de ficción para atraer y entretener.
¿Por qué duele tanto que RCN haga
Tres Caínes? Ttal vez RCN no supo encausar su historia, la subjetividad de Gustavo Bolivar la hemos visto en historias del mismo corte como El Capo, donde se nota una clara identidad de Bolivar con los personajes, lo que hace que no logre ser objetivo al momento de escribir. Pero aun así, Tres Caínes no pretende estigmatizar a los colombianos, tampoco hacer fiesta con una tragedia nacional, sólo quiere hacer memoria con un suceso que no podemos olvidar. Enojarse y odiar a los actores que interpretan un personaje es tan absurdo como creer que ellos son los malos. Los malvados fueron esos que hicieron de nuestro país un rió de sangre inocente. Ese cuento de que "por eso en el exterior nos ven tan mal" no es culpa de la televisión, es culpa de quienes se tomaron nuestro país para volverlo mierda. (Disculpas por la expresión).
La culpa es de los políticos que se robaron (y roban) los dineros públicos, la culpa es de los narcotraficantes que inundaron de cocaína otros países, la culpa es de los violentos que sumieron en profunda tristeza y a punta de balas a un país, un país que muchas veces ha sido llamado el más feliz del mundo.
¿A caso en Estados Unidos se indignan por las cientos de películas donde hablan del 9-11, o dónde hablan de la inmensa corrupción en la que viven? ¿Por qué criticar lo nuestro y vanagloriarnos de lo de otro? ¿Por qué no hacer memoria con nuestra historia, pero si hacerla con la historia de otros?
La televisión no puede ser sólo un instrumento de entretenimiento, sino también de entendimiento, puede que yo no sea un experto en televisión, pero a mi, así como a usted me duele el país, en la vida real no quiero ver niñas explotadas y tampoco quiero ver más masacres, y eso es por lo que nos tendríamos que indignar. La televisión es solo un espejismo, una ficción; lo realmente malo es que eso pase en Colombia, que la violencia no sea solamente un tema en la televisión sino que sea el día a día de nuestro país. La solución no es hacer que los niños y jóvenes no vean las historias que nos muestran los canales, esas historias basadas en hechos REALES, el problema es no educar visualmente, ver y no socializar, yo no quiero enseñar a ser papás ni mamás, pero un niño y joven educado, NO censurado, que se sienta con su familia y analiza los contenidos que ve, puede ser alguien con criterio para saber qué ver y que no, que es ficción y que es realidad, que es un contenido social y que es puro entretenimiento.
Si ustedes quieren seguir viendo telenovelas con finales felices, con personajes y situaciones irreales, donde la protagonista sufre con las maldades de la antagonista, y al final todos viven felices y comen perdises, entonces enfrásquese en las burbujas de las telenovelas clásicas y llenas de clichés; pero si por el contrario quiere conocer la historia de un país, o la problemática de una sociedad para entenderla y sensibilizarse, puede tranquilamente seguir viendo
La Promesa y
Tres Caínes. No se canse de las series basadas en hechos reales, cánsese de los hechos reales que ameritan una historia.
Esta es sólo mi opinión, usted está en su derecho de expresar la suya.
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